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Aunque se podría hacer un análisis más complejo, las tendencias de consumo de las frutas y hortalizas en fresco están definidas por 4 grandes tendencias.
La primera de ellas, y probablemente la más importante, es la del precio. Precio cada vez más bajo pero al mismo tiempo confrontado con la irrupción constante de productos Premium (y su estrategia de Premium pricing). En una población envejecida y con baja natalidad la tendencia Salud y Bienestar ha llegado a los alimentos, para quedarse. Lo natural ha quedado asociado a lo local. Y, evidentemente, no han ayudado las diversas crisis alimentarias para que la percepción de los productos cultivados lejos, haya mejorado. Por último, todo lo convenience, que me facilite la vida y me ahorre tiempo está teniendo un impacto decisivo en las decisiones de compra de los consumidores.[/fusion_text][/fusion_builder_column]
En mi opinión, la incidencia del precio, en el mercado de la fruta, es muy importante, sí claro, pero creo que lo es más el desequilibrio del volumen de la oferta con la demanda. De tal manera que si la demanda, con su volumen más bien plano, percibe una bajada del precio, creo que no aumenta el consumo de forma proporcional a esa bajada.
Esa conducta parece más acusada mientras más perecedero sea el producto.
Si el precio baja a la mitad, en fruta, el consumo no sube al doble.
El ajuste de oferta y demanda, como en todo, es muy complicado, pero sobre todo en el mundo de la fruta.
La oferta, en el pasado y de momento en el presente, ya veremos en el futuro, al estar más bien atomizada, es ingobernable, y sus variaciones en volumen por productores, por incidencias climatológicas, por competencias intervarietales, etc tienen mucho que ver con ello.
La demanda es más plana, menos veces variable, aunque las variaciones puntuales puedan ser tremendamente influyentes, pero por razones ajenas al sistema, políticas, transportes, etc.